El expresidente del país más poderoso del mundo debe de saber algo de liderazgo. Bill Clinton afirma que un líder debe unir a la gente en torno a una causa común y que un buen liderazgo se expresa al desarrollar un plan y ser perseverante con los objetivos.
El exmandatario de EEUU ha destilado su sabiduría y sus conocimientos con la revista Fortune sobre las cualidades que debe reunir un líder y las lecciones que debe aprender.
Para Clinton liderazgo significa unir a la gente en la búsqueda de una causa común, desarrollar un plan para lograrlo y adherirse a él hasta alcanzar el objetivo. “Si el líder ejerce un cargo público o privado con otras responsabilidades definidas, el liderazgo también exige la capacidad para llevar a cabo esas tareas y responder a los problemas imprevistos y a las oportunidades cuando se presentan”, explica.
Además el expresidente desvela que “es útil ser capaz de articular claramente una visión de hacia dónde quieres ir, desarrollar una estrategia realista para llegar allí, y atraer a personas comprometidas, con talento y con una amplia variedad de conocimientos, perspectivas y habilidades para hacer lo que deba hacerse”.
Perseverancia y flexibilidad
Según ha desvelado a la revista Fortune, los atributos que comparten los líderes son la perseverancia en la búsqueda de un objetivo y la flexibilidad para determinar la mejor manera de lograrlo. También destaca el valor de tomar una decisión difícil, la confianza para mantenerla y explicarla y el sentido común para escuchar a los demás y hacerlos partícipes.
“Tienes que ser capaz de confiar en los demás y en tus instintos tanto como en tu intelecto. Por último, si el objetivo es conseguir que se haga algo respecto a un tema que es a la vez importante y controvertido, tienes que ser capaz de conceder y al mismo tiempo saber qué límites no puedes cruzar”, aconseja Clinton.
Aprendiendo desde siempre
El tercer presidente más joven de EEUU confiesa que cuando era muy joven aprendió a respetar la dignidad humana de todas las personas que conocía, observarlas de cerca y escucharlas atentamente. “Gracias a los adultos de mi familia aprendí que todo el mundo tiene una historia, pero no todos pueden contarla”, explica.
“Aprendí que la mayoría de las heridas más grandes de la vida son auto-infligidas, que intentar y fallar es mucho mejor que no intentarlo en absoluto, que todo el mundo comete errores, pero la mayoría de las personas son básicamente buenas”, desvela el expresidente.
También asegura que ha llegado a ver la política como una manera de ayudar a que otras personas mejoren sus propias historias de vida. “Durante todo mi camino aprendí mucho de otros líderes, especialmente de aquellos que me dieron su amistad y me compartieron sus propias experiencias”.
Sus referencias
Preguntado sobre quiénes son unos grandes líderes en su opinión, Clinton asegura que hay demasiados para mencionarlos a todos, por lo que solo se ha querido referir a Nelson Mandela, Isaac Rabin, Helmut Kohl.
Sin embargo, también ha destacado la labor de Bill Gates y su esposa con su extraordinaria fundación “que está salvando y mejorando un sinnúmero de vidas, impulsados por el principio de que todas las vidas tienen el mismo valor“, argumenta.