“Para vivir tranquilo se necesitan cinco cosas: un vaso de ciencia, una botella de sapiencia, un barril de prudencia, un lago de conciencia y un mar de paciencia”.
San Alfonso
“Para vivir tranquilo se necesitan cinco cosas: un vaso de ciencia, una botella de sapiencia, un barril de prudencia, un lago de conciencia y un mar de paciencia”.
San Alfonso
Osamu Shimomura de Japón y Chalfie Martin y Roger Tsien de EE UU ganaron el pasado miércoles el Premio Nobel de Química por los trabajos que los llevaron a descubrir una proteína fluorescente derivada de unas medusas que se ha convertido en una herramienta vital en los laboratorios para la investigación de organismos vivos.
Esta Proteína verde fluorescente (GFP) ha revolucionado la investigación en la medicina y la biología, lo que permite a los científicos a obtener una revisión visual sobre la forma en función de los órganos, la propagación de la enfermedad y la respuesta de las células infectadas al tratamiento.
Según los jurados la GFP ha funcionado en el pasado decenio como un punto de referencia para bioquímicos, biólogos, médicos científicos y otros investigadores
Esta proteína se ha convertido en uno de los instrumentos más importantes utilizados en la bioquimica contemporánea.
El indicador da a los investigadores la muestra de la proteína de una forma instantánea en los procesos de vigilancia que antes eran invisibles.
En el etiquetado de las células nerviosas, los científicos pueden seguir, por ejemplo, la destrucción causada por la enfermedad de Alzheimer. La progresión del tumor puede ser seguido en los experimentos con células cancerosas. Al experimentar con embriones de raton, se puede ver la forma en que el páncreas produce la insulina.
En un espectacular experimento, los investigadores hicieron un “brainbow”, en el que estaban etiquetados diferentes células nerviosas en el cerebro de un ratón con un caleidoscopio de colores.
Shimomura, nacido en 1928 y ahora un profesor emérito en el Marine Biological Laboratory (MBL) y la Universidad de Boston, fue pionera en esta herramienta con un estudio de las medusas Aequorea Victoria en el decenio de 1960.
“Los únicos demonios en este mundo son los que corren por nuestros propios corazones. Es allí donde se tiene que librar la batalla”.
Mahatma Gandhi
“En la gratitud está la grandeza. Da gracias a todo momento. Da gracias en las alegrias y en las penas, entonces las sombras pasarán, quedando la alegría y la gratitud”.
Vida Universal
Expresiones como “pongase la camiseta”, “ame a su institucion”, “este es el equipo de mi alma”, suenan familiares en el entorno deportivo.
Desde niño nos enseñaban a querer a las instituciones, veiamos como armaban y defendian sus fraternidades los contemporaneos estudiantes norte americanos y queriamos a nuestros equipos como jugadores y como espectadores. El merchandising no era tan penetrante pero lo poco que habia se complementaba con la creatividad infantil y juvenil desbordada por el amor “a la camiseta”.
Hace pocos dias se hablaba por los medios periodisticos del paso de un Futbolista Brasilero de un equipo Español a otro Italiano de igual trayectoria y el jugador dandole besos a su nueva camiseta decia, en mis palabras, a este equipo lo he querido toda la vida….. será?
Siguiendo la post-temporada de beisbol de grandes ligas encontre a un comentarista latino hablando sobre unas declaraciones del beisbolista Dominicano Manny Ramirez quien decia que no se podia sentir mejor en su nuevo equipo, los Dodgers de Los Angeles, a lo que replico su compañero diciendo: Manny se siente bien donde mejor le paguen. Cuando lo veiamos en los Red Sox de Boston se le veia mucho amor por su equipo y batallaba como nadie por su tropa, le pagaban muy bien, queria a su equipo, a su manager y a la ciudad.
El sentido de pertenencia es muy sentimental o ideal. Nunca vamos a pertenecer a nadie!. En los deportes que sigo veo que no es necesario que un deportista se IMPLIQUE en el objetivo de la disciplina deportiva profesionalmente.
Implicarse, implica entender la filosofia del grupo, seguir a un entrenador, tener disciplina y cumplir con un contrato o acuerdo de trabajo en el que se compromete a cumplir con unas funciones a cambio de una remuneración y premios por resultados. Si no cumple se va y si cumple progresa.
Deseamos que muchos deportistas latino americanos se impliquen en sus roles y hagan carreras brillantes y gloriosas dignas de pasar a la historia por su impecable compromiso, lealtad e integridad consigo mismo.
Queremos que se acabe el deportista suertudo nada profesional que gana unos pesos, se les infla el ego y adios humildad. Es de adminirar el beisbolista Derek Jetter quiean a pesar de sus millones de dolares, sigue con la misma disciplina y sencillez de sus inicios, y en el futbol a los equipos paraguayos y uruguayos quienes siempre nos muestras su principal arma “la garra”.
Redaccion Blog-Top.com
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