Cambiar de lugar los productos, carritos dañados y precisos psicológicos, se cuentan entre algunas de las técnicas que utilizan los supermercados para que gastes más.
¿Cómo hacerte inmune a estos trucos? Haciendo una lista de lo que necesitas y llevar sólo el dinero necesario funcionan muy bien, pero nada mejor que comprar con la cabeza y no con las emociones.
1 – Los artículos básicos están lejos
Si productos como el pan o la leche estuvieran a lado de las cajas todo el mundo haría sus compras inmediatamente, pero los han colocado lejos para que te vayas antojando de otros cosas por el camino.
2 – Pasillos estrechos
Detrás de la incomodidad que producen está la idea de hacerte detener regularmente para que vayas mirando los productos de los estantes y los vayas agregando al carrito.
3 – Los productos más costosos están a la altura de los ojos
Aunque esto también depende del precio que paguen algunas marcas por tener una posición preferencial, muchas veces te darás cuenta de que hay productos más económicos en una altura media-baja.
4 – Rotación de productos
¿Confundido porque no encuentras los cereales o el arroz en el pasillo de siempre? Algunos supermercados cambian regularmente la ubicación de los productos para que pasees más tiempo y caigas en la tentación de llevar algo mientras encuentras lo que buscas.
5 – Precios psicológicos
Al inconsciente es fácil de engañarlo con los precios. Si lees encuentras un producto que vale $9.990 probablemente pienses que es “mucho” más económico que otro que vale $10.150. La diferencia es mínima, pero el ojo rápido simplemente se deja llevar por la impresión que le causa un precio con un dígito menos.
6 – Artículos destacados
Con frecuencia al terminar un pasillo te encontrarás una torre completa de una marca particular. Además de llamar tu atención, ayudan a crear la sensación de que son productos en “oferta”, pero la mayoría de veces están al precio de siempre.
7 – La música
Cuando el supermercado está desocupado la música suele ser agradable, calmada y cómoda. Sí, para que te relajes, camines despacio, te tomes todo tu tiempo y mientras vas mirando, vayas comprando.
Sin embargo, también notarás que es bastante rápida los días de mayor flujo de gente para inducir a la gente para que hagan sus compras deprisa.
8 – Carritos torcidos
Lo que aparentemente es un “defecto por el uso”, es en realidad un truco para hacerte comprar más. Si impulsas el carro verás como se dirige solito hacia el pasillo de la izquierda.
Algunos carritos están diseñados para que los manejes con la mano izquierda y tengas libre la otra para que agregues más productos.
¿El carrito anda lento? Bueno, pues que te cueste avanzar no es otra cosa que una técnica para que mientras caminas vayas mirando los estantes y compres más.
9 – Qué bien huele…
El olor que viene de la cocina tiende a generarnos esa necesidad de comer inmediatamente. En los supermercados crean esa necesidad a través de ventiladores o colocando la sección de la panadería a la entrada.
El generar hambre en el cliente le crea una necesidad psicológica que el inconsciente trata de “llenar” comprando más comida.
10 – La compra de último minuto
Finalmente llegas al punto de pago y adivina qué: sí, hay más trucos esperándote. Mientras esperas que avance la fila hay chocolates, dulces, revistas y productos muy económicos. ¿Qué más da comprar una chocolatina para comer por el camino?